Experiencias, Filosofía (Entre Paréntesis)

Relatos de una experiencia de formación en filosofía e infancia

Hace poco nos visitaron lxs profesorxs Walter Kohan (Universidad del Estado de Río de Janeiro – Brasil) y Laura Agratti (Universidad Nacional de La Plata) para acompañarnos en una experiencia de formación en Filosofía e Infancia. Fueron cinco días de intensa actividad de filosófica, un espacio sensible al asombro, la curiosidad, la pregunta, el diálogo, el pensamiento. En fin, un espacio sensible a la infancia. Estos días compartimos con profesorxs del colegio Jean Le Boulch y otras instituciones, además de psicólogxs, filósofxs y personas involucradas en la educación. Aquí recogemos algunas de sus reflexiones sobre la experiencia.

Evelyn Llatas (maestra de inicial): “Entré al curso de Filosofía e infancia con diferentes expectativas: recibir las charlas magistrales o apuntar cada cosa aprendida en un file. Quizás como maestros aún tenemos la idea que debemos capacitarnos en lo ‘nuevo’ pero aprendiendo al estilo ‘tradicional’. Conocer a Walter y Laura me llevó al encuentro constante con mi niña interior, esa que aún tiene preguntas por hacer.

Los cinco días de taller estuvieron llenos de experiencias activas, donde dejábamos de lado el rol de receptores para convertirnos en protagonistas de estas. Del mismo modo, crear y participar en una comunidad de diálogo conformada por distintos agentes relacionados a la infancia me abrió las puertas a comprender y respetar otras opiniones. No negaré que mi primer encuentro dentro de esta comunidad fue algo complicado, lo que me lleva a pensar que hemos olvidado el cuestionamiento del pensamiento como base del aprendizaje.

A dos semanas de haber terminado la experiencia llevo conmigo: el respeto a la escucha, la importancia del silencio como forma de pensamiento, la aceptación a cada una de las ideas. Cargo con todas las ganas de crear junto a mi aula comunidades de diálogo, cuestionamientos constantes a lo que se entiende y no se entiende, dándole la verdadera importancia a la curiosidad. Porque si resumo la experiencia en una sola palabra sería: ‘transformación’”.

Maria Isabel Junco (maestra de primaria): “Esta experiencia fue muy enriquecedora y cuestionadora, ya que en todo momento me pregunté cosas que daba por sentadas y que en ocasiones ni siquiera me hubiera puesto a pensar, pues esta vez tuve el tiempo y la motivación para hacerlo.
Reflexionar e intercambiar ideas con gente del colegio y otras instituciones sobre el tema de filosofía «con/para los niños” fue una experiencia muy provechosa. Me han dado herramientas y formas de cómo trabajar la filosofía con mis chicos, me han dado otra mirada de lo que es la infancia -no solo la cronológica sino la que debe permanecer en ti siempre para poder ver la vida con otra mirada, esa que tienen los niños la cual se asombran, se motivan y se cuestionan por todo.

Sigo pensando que en ocasiones faltó el cierre de la actividad, tal vez por cuestiones de tiempo, y es algo que debemos de tener en cuenta al momento de realizar la sesiones con los chicos, porque me he dado cuenta de que es importante que se dé la comunidad de diálogo, dejarlos pensando y reflexionando.

Una de las cosas que agradezco al JLB es que nos da la oportunidad para conversar, brindándonos los espacios para reflexionar, dialogar y pensar entre nosotros, y así ver la mejor manera de cómo llegar a nuestros chicos”.

César Ardiles (maestro de arte): “Cuando oí a Walter Kohan decir que ‘una vida sin filosofía no tiene sentido’, me preguntaba sobre la utilidad de la filosofía en la vida de las personas, si acaso era posible que pueda servir de herramienta para construir un mundo mejor. Entonces, el taller dirigido por Walter y Laura me ayudó a entender que el proceso implicaba la participación activa y horizontal de los niños en el desarrollo de esta nueva forma de pensar que vivimos en el colegio, donde los niños tienen voz activa en espacios donde se les permite problematizar a partir de sus propios intereses, manteniendo viva esa curiosidad vital en el ser humano para construir de sí una persona responsable, empática y con una visión distinta sobre el ser humano y su rol en la sociedad.

Por ello, considero que este taller, es útil y nuevo en forma y objetivo, fundamental para el desarrollo del pensamiento filosófico a fin de cumplir de la mejor manera con nuestro compromiso como docente en la formación de personas”.

Si también participaste de esta experiencia, te invitamos a compartir con nosotros en los comentarios.