Entrevistas, Filosofía (Entre Paréntesis)

Entrevista a Alejandra Herrero

Alejandra Herrero es historiadora del arte y educadora, viene trabajando en el Proyecto MARFIL (Bogotá) con Filosofía para Niños y Ciudadanías Creativas. En febrero, compartió con nosotros un taller de Filosofía en museos en el MAC y desde ahí teníamos pendiente esta entrevista para indagar más sobre sus interesantes propuestas. 


José María Taramona: Hola Ale, gracias por acompañarnos en esta conversación. Queremos hablar un poco de tus experiencias con la filosofía y la infancia, un poco a partir de los proyectos que vienes realizando, el taller en el que nos acompañaste en Lima y del artículo que acabas de publicar en la revista Pensar Juntos.

Alejandra Herrero: Querido José y Vania, muchas gracias por invitarme a compartir este diálogo con ustedes. Estupendo, qué buena idea.

JM: Quisiéramos empezar haciendo un recorrido por tus inicios en este campo. ¿Cómo llegas o cómo te encuentras con la práctica de filosofía e infancia? ¿Qué crees que aporta tu formación en artes?

AH: Claro, pues realmente llegué a este campo de la filosofía e infancia por mi madre. Ella es pedagoga y una gran apasionada por la educación; sin embargo, nunca se atrevió a dar clases en un colegio, siempre trabajó en editoriales. Mi madre, Soledad Hernandez, pensaba que era una tarea ardua para la que ella todavía no estaba preparada, es interesante pensar en lo que proyectamos en los hijos… para que yo ahora me lance en esta tarea de crear experiencias educativas, filosóficas y artísticas. Mi madre me llevaba a congresos desde los 17 años, comenzamos conociendo a Mar Romera, a José Antonio Marina y a Angélica Sátiro en los congresos de Granada en España con la asociación APFrato. Desde ahí, que yo estaba comenzando a estudiar historia del arte en la Universidad Autónoma de Madrid, y después de conocer a Angélica, supe que estaba conectado, ya no solo con las artes, sino con la música que estudié desde pequeña, con el baile, con el movimiento corporal, con el teatro que realicé posteriormente.

Hablo de las artes, y no del arte, porque las artes son muchas, y yo entiendo que mi vida es una obra de arte, mi propia obra de arte. Entiendo que un espacio educativo experiencial es una obra de arte que se realiza y se extiende, es algo inacabado al que todas las personas pueden aportar. También creo que la parte estética es fundamental, hacemos constantemente juicios estéticos y nos exhibimos y desnudamos en esas conversaciones porque intentamos mostrarnos o ocultarnos.

Vania Alarcón: Parece que el tema de la educación y el arte son ejes importantes en tu vida y trabajo, pero también vemos que hay un elemento social. Según entendemos, la propuesta de MARFIL consiste en unir Filosofía para niños, educación ciudadana (“ciudadanía creativa”) y el trabajo en los museos, ¿cuál es la razón detrás de esto?, ¿cómo es la experiencia de hacer filosofía en los museos?

AH: MARFIL es un proyecto que surge a principios de los años 90, su intención es unir marginalidad y filosofía, MARginalidad / FILosofía: MARFIL. En la Corporación Universitaria Minuto de Dios- UNIMINUTO de Bogotá, el Proyecto MARFIL quiere sacar a la filosofía de las aulas tradicionales de enseñanza y llevarlas a lugares donde esta no es tan usual, es decir, a espacios de educación no formal, en barrios y contextos vulnerables. Víctor Rojas, el coordinador del proyecto MARFIL, conoció a Angélica Sátiro y a Irene de Puig en los 90. Desde ahí le llevan dando mucha importancia al Proyecto Noria del grupo IREF y a ciudadanía creativa para la construcción de ciudadanos creativos y  paz, ya que Colombia tiene una historia compleja en cuanto a esta situación. En MARFIL entendemos que el texto para dialogar no es únicamente el currículum tradicional de Lipman, sino que la música, el teatro, el movimiento, el arte, son una posibilidad para crear diálogo, es decir, para crear un encuentro transformador.

En los años 60 se creó dentro de la Corporación Universitaria el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, cuya intención es acercar el arte al barrio donde está ubicada la universidad. Es decir, es un museo comunitario, es un museo de transformación social en el que se trabaja directamente con las personas que viven en el barrio. De ahí surge mi idea de llevar los diálogos filosóficos al museo y sacarlos del propio museo a la plaza del barrio, sacarlos a las personas que habitan el barrio y que viven con la problemática del contexto a diario. El museo tiene unas exposiciones muy especiales y esto hace que sea propicio el trabajo con esta población y que se promueva la experiencia significativa, artística y filosófica. Entiendo que los museos son espacios de construcción social, de transformación y de incubación de una cultura, por eso es altamente interesante poder cuestionar y realizarle preguntas a esos discursos, que muchas veces son elitistas y políticos.

JM: Me parece sumamente interesante la propuesta de llevar el diálogo filosófico a un espacio como los museos y la potencia que pueden tener las representaciones artísticas para suscitar el cuestionamiento. Quisiera detenerme un poco en esa idea que comentas de cómo para ustedes, en MARFIL, consideran la posibilidad de trabajar con otros recursos además del currículum de Lipman. Pero también me gustaría pensar cómo se articula con algunas ideas del mismo Lipman y de sus colaboradores, dado que su programa es una de las bases de tu propuesta. Sharp y Splitter recomiendan el uso del currículum de Filosofía para niños para hacer filosofía en la escuela dado que contiene una revisión exhaustiva de la historia de las ideas filosóficas desde sus orígenes y presenta una serie de conceptos y procedimientos coherentes tanto con la tradición filosófica como con los estilos de pensamiento que se busca desarrollar en los niños. Sin embargo, reconocen que para que P4C pueda extenderse como un componente aceptado e integrado al curriculum escolar, es necesario que se desarrollen otros materiales alternativos que sigan la misma lógica de los manuales y novelas de Lipman. Pero en cuanto al uso de textos literarios, e inclusive de materiales no literarios (películas, canciones, obras de arte, etc.), se muestran renuentes, entre otras razones, porque no proveen las herramientas necesarias para hacer verdaderamente filosofía. ¿Qué opinas de esto? ¿Qué argumentos o razones crees que serían necesarias para justificar el uso de las obras de arte o exposiciones en museos como detonadores para una experiencia de filosofía? En otras palabras, ¿cómo responder aquí a Sharp y Splitter?

AH: Creo que la propuesta de Lipman y Sharp se creó en un contexto bien distinto al que tenemos en Colombia y específicamente con el que trabajamos en MARFIL, sobre todo porque aquí no podemos siempre trabajar desde un ámbito educativo formal porque muchas veces no hay estas condiciones. Por eso vemos sumamente importante el sacar la educación fuera de la escuela, es decir, que la escuela esté y se sitúe en distintos contextos, no solo encerrada en un edificio con el nombre de escuela. La escuela está también en la calle, está en las fundaciones, está en los parques, está en las cárceles, en los centros de menores… En MARFIL estamos de acuerdo y también propiciamos el desarrollo del pensamiento multidimensional: el pensamiento crítico, creativo y ético/cuidadoso que proponen Sharp y Lipman. Y es cierto que su currículum de novelas es altamente filosófico y es un material muy interesante, pero si los niños tienen problemas de comprensión lectora, ¿de qué nos sirve la novela? Si en la novela hay temas tratados con los que los chicos y chicas no se sienten identificados, ¿alcanzamos el objetivo de crear experiencia significativa? Creo que Filosofía para niños y la filosofía en general necesita de transformación, dejar algunos conceptos atrás y seguir avanzando, crear nuevas propuestas. En MARFIL no solo nos interesa el desarrollo del pensamiento multidimensional, sino que nuestro objetivo es crear nuevas y mejores formas de vida para los ciudadanos. Por eso mismo, la vida no es únicamente lectura, no es únicamente comprensión lectora. Es como si fueras a una comunidad indígena y les propones que el método de contar de occidente es el mejor para contar el ganado, o cualquier otra cosa… Quizás es más interesante y pertinente saber cómo ellos cuentan su ganado y cómo entienden esas cuentas matemáticas y a partir de ahí crear. En España, por ejemplo, se utiliza mucho más el currículum tal y como lo proponen Sharp y Splitter, porque el contexto es más similar (utilizando las traducciones y los ajustes de contexto). Creo que el uso de películas, canciones y obras de arte y demás recursos abren otros canales de pensamiento, entran a dialogar con nosotros y a ese encuentro desde otras posiciones, así como respecto a lo estético. Dialogar sobre arte no es únicamente dialogar a partir de los presupuestos kantianos o de Baumgarten o de cualquier otro filósofo, sino que el diálogo con el arte se crea a partir del propio sentir, a partir de que las obras de arte me afectan, entonces, siento, pienso, siento, pienso… El sentir es pensamiento y el pensamiento también es sentir.

VA: Claro, la limitación de los textos en la propuesta de Lipman es una de las objeciones usuales a su propuesta, por el tema de la aplicación en contextos diferentes. Sobre lo estético, parte del motivo de ir a los museos tiene que ver esa dimensión (no son cualquier espacio público donde se juegan discursos políticos), queríamos saber ¿a qué te refieres con términos como “experiencia estética” ? […] Y, por otro lado, ¿cómo se conjuga esto con la propuesta de Filosofía para niños?

AHQué interesante y qué pertinente esto que preguntas. En “experiencia estética”, estética se encuentra como adjetivo, es decir, nos indica cómo es esa experiencia puesto que puede haber muchos tipos de experiencias distintas. Para nosotros en MARFIL, la experiencia estética es un elemento primordial dentro de la comunidad de diálogo, es un itinerario a seguir, genera una experiencia de encuentro. La comunidad de diálogo la entendemos, entonces, como una experiencia estética que provoca movimientos del pensamiento (divergente y convergente), una experiencia que involucra al sujeto de manera subjetiva, de manera contemplativa, generando una mejor comprensión de sí mismo y del otro. En la experiencia estética el sujeto acontece, es el itinerario que el sujeto (participante de la comunidad de diálogo) recorre.

Para esta noción de “experiencia estética” en el proyecto MARFIL tenemos en cuenta el concepto de “experiencia” que nos propone Dewey, quién está afincado en la tradición pragmatista norteamericana. En su libro El arte como experiencia estética sugiere que esta es como un continuo fluir, como una apertura hacia nuevas experiencias, donde la emoción y la razón se conjugan alternativamente, y ahí es dónde acontece ese estado de contemplación que favorece el mejor entendimiento de mi pensamiento y el del otro. Asimismo, compartimos también el pensamiento hermenéutico de Gadamer en cuanto a su compresión sobre el arte y la experiencia estética y de diálogo, entendiéndose como un camino hermenéutico entre el espectador y la obra de arte, es decir, el dejar afectarnos por esa obra de arte y entregarnos a sentir, a desarrollar esas habilidades de percepción.

[…]

JM: Ya que estamos hablando de experiencia estética y mencionaste a Dewey, me gustaría cambiar un poco el foco hacia una perspectiva más general de la experiencia. Justamente este es uno de los conceptos clave de Filosofía para niños según lo plantea Lipman, quien se basó en la idea de experiencia educativa de Dewey. ¿Cómo se conjuga esta idea pragmatista de la experiencia en Filosofía para niños con la idea foucaultiana de experiencia como transformación que proponen ustedes?

AH: Una pregunta muy interesante y bien compleja, para pensar sobre estas dos corrientes que se unen y se retroalimentan. Como veníamos diciendo, Dewey entiende la noción de experiencia como ese fluir, y el concepto de la experiencia de Foucault es bien complejo, puesto que tiene muchos cambios y también le acontecen transformaciones en el propio pensar del concepto. Foucault se predispone a entender las estructuras subjetivas del sujeto y cómo el contexto determina esa experiencia, lo que supone una relación entre experiencia y subjetividad. En el proyecto MARFIL entendemos que en la comunidad de diálogo acontecen tres momentos, el diálogo con el texto, el diálogo con el otro, y el diálogo consigo mismo. En los tres momentos estas nociones de experiencia y de subjetividad del participante están presentes.

VA: En estos tiempos de excepción, de emergencia sanitaria, de encierro, de exaltación del miedo, muchos filósofos han aprovechado para abrir debates con respecto al tema. También se han visto algunas iniciativas desde colectivos y personas que trabajan filosofía con niños, incluso tú participas de una con Angélica Sátiro. ¿Qué posibilidades tiene hacer filosofía con niños en estos tiempos excepcionales?

AH: Sí, realmente son tiempos complicados, son tiempos también de transformación y cambio, tiempos en los que el miedo se acerca a muchos de nosotros y nos paraliza, por eso mismo creemos fundamental que nos acerquemos a las infancias desde las redes. Estamos promoviendo una propuesta de ciudadanía creativa en tiempos de pandemia, que estamos realizando con un grupo de educadoras, maestras, profesoras, comunidad artística y Angélica Sátiro como coordinadora . Consiste en que colgamos un post en Facebook y de ahí surgen preguntas, surgen actividades para que las infancias confinadas puedan seguir pensando de manera filosófica. Creo que las posibilidades, aunque sean más complicadas, siempre están. Creo que es un tiempo en que no solo los niños tienen esa posibilidad, sino que es un tiempo de hacer filosofía para niños en el hogar, de reinventarse, de explorar, de brincar en la casa, de reconocer de nuevo a las personas que hacen nuestro hogar.

JM: De todas maneras, creo que es importante, a pesar de esta situación o partir de ella, seguir pensando y cuestionando. De hecho esta entrevista también ha sido un poner a prueba esas limitaciones que nos impone la situación en la que estamos o aprovechar también esta detención temporal y pensar algunas posibilidades de las prácticas educativas que venimos promoviendo. Gracias Ale, por compartir y pensar con nosotros.

AH: Muchas gracias a ustedes, seguimos en contacto como siempre. Gracias por sus preguntas siempre son un aliento más para seguir cuestionando y repensando.